domingo, 21 de septiembre de 2014

LA DECADA DE ORO DEL ROCK ESPAÑOL (Ultima parte)

          El Rock no pasa por sus mejores momentos y hay que buscar nuevas fórmulas y los barones ponen todo su empeño en ello. 

          De ahí que el primer libro de Sherpa y Carolina Cortés se publique unos cuantos meses después, titulándose “Dando la nota”, libro divertido en el que se hacía un repaso por diversos episodios de la vida de Sherpa y en la que se incluían muchísimas anécdotas de los periplos del Barón, por Londres, Caracas y otros lugares… así como algunas vivencias con algunos protagonistas de la carrera del Barón, Mell Collin, Michael Schenker, Bruce Dickinson, etc. De este libro haría una muy mordaz e inteligente crónica el mismísimo Santiago Segura junto a J. M. Salcedo para una interesante revista especializada del momento. 

Dando la Nota
Primer libro de Sherpa y Carolina Cortés


            Pero los Barones, rápido han de meterse nuevamente en el estudio de grabación, pues han de tener un nuevo disco preparado para el año 1989. Este disco supone el fin del contrato con la casa madre Zafiro, y parece que los Barones se lo toman bien en serio para hacer una gran obra que los vuelva a poner en el candelero y así poder optar a las mejores ofertas propuestas por el nuevo y duro panorama discográfico.

Obstinato 1989

            El disco se graba entre los meses de marzo y abril de 1989, en los estudios Chamber,  es producido por ellos mismos y tienen como ingeniero de sonido a Clemente Tribaldos. La portada de nuevo corre a cargo del bajista del grupo, José Luís Campuzano (Sherpa), que en esta ocasión parece transmitir de nuevo la sensación por la que se encuentra el grupo y el mundo del rock en general. Una guitarra eléctrica aparece apoyada sobre las vías del tren, mientras se acerca una locomotora a toda velocidad, presagiando lo peor, sin embargo en la contraportada aparece la guitarra intacta, que quería representar el triunfo de la música del Barón ante las fuertes corrientes que manejaban el mundo de la música por aquella época.

 
Presentación del disco junto al libro de Sherpa
 en las páginas de la revista Discoplay


            En lo que se refiere a este trabajo, titulado Obstinato, está compuesto por diez canciones muy bien elaboradas, como solían hacer siempre los barones, comenzando con la tétrica “Vampiros y banqueros”. Si algo ha caracterizado siempre a Barón Rojo, es que a cada canción han sabido darle el ambiente necesario para introducir la música en la temática de la letra.

            El miedo se nos metía en el cuerpo, al amigo Edu y a mi, cuando escuchábamos las primeras notas de la canción en el locutorio que tenía en la sección de música el PRYCA de mi ciudad, hoy Carrefour. Le pedimos el disco a la dependienta, para echarle una primera escucha, nunca unos auriculares dieron tanto de sí, para dar cabida a dos cabezas. “Vampiros y banqueros” nos sorprendió. Increíble la ambientación de la canción que nos transportaba a un escenario de oscuridad, lúgubre y donde reinaba la usura. Sin embargo la siguiente canción, nos dio nuevas alas, una nueva razón para creer que en la música del Barón hay cabida para todo. Las chicas de la pandilla nos torturaban con comentarios de que el Barón siempre está protestando y nunca escribía al amor, ¡pues hala!, ahí teníamos la primera canción de amor compuesta por Barón Rojo y encima una grandísima canción, nada de baladas ni ñoñerías, todo lo contrario, un magnífico tema con una original letra envuelta en unos ritmos rápidos y variados que sorprendieron a todos de manera muy grata. La tercera canción del álbum, era una versión del “Get on your knees” compuesta por Teddy Bautista, interesante versión, pues es llevar al Rock Duro un clásico de los años 60´s, extraordinariamente arreglado e interpretado. La cuarta canción del disco, sinceramente es la que más nos gustó en la primera escucha. Impresionante el “Tren fantasma”, que de nuevo nos hace envolvernos en un ambiente de niebla, oscuridad, miedo y resignación. “Colapso en la M30”, nos pareció una canción resultona, que hablaba precisamente de los mogollones automovilísticos que hay que sufrir en el eterno Madrid.

            Cuando le pedimos a la dependienta del Pryca, que le diera la vuelta al disco, ésta con una enorme paciencia y educación nos invitó a dejar el locutorio pues había gente esperando. El señor que estaba esperando pidió un disco de Tracy Chapman, y mientras dialogábamos amenamente con la dependienta y el propio señor, de música en general, volvimos al ataque para poder escuchar la segunda cara de nuestro disco.


            Ni Edu ni yo, habíamos escuchado anteriormente el disco del Rockservatorio, por lo que “Paraíso Terrenal” (canción incluida en ese disco aunque con otra versión) era una primicia para nosotros, y nos volvíamos a quedar boquiabiertos, considerando en ese momento que esta, sin duda iba a ser la canción principal del disco. En realidad es una magnífica canción que de una manera muy irónica describe el “paraíso terrenal” o sueño americano. 

            “Dueño de mi destino” era el siguiente tema, que nos dejó un poco fuera de juego, preciosa canción pero que en algunos momentos nos parecía que era una despedida, un hasta aquí hemos llegado, el final de la canción decía así: “No voy a olvidar buenos momentos, pero he de asumir los nuevos tiempos, fue una etapa mas de nuestra historia que no apartaré de mi memoria“.  Pero en este disco nos tenían preparado una nueva versión de la canción Herencia Letal que compusieran en 1983, convertida en una balada al principio y un medio tiempo después, con nueva estrofa en la parte final de la letra y unas guitarras que hacían que el disco ya fuera una auténtica joya. Y esta si que era la mejor canción del disco. Siete minutos y doce segundos que nos dejaron extasiados, un alegato de amor por nuestro planeta. “Seguimos vivos”, es la canción que nos parecía la segunda parte de “Dueño de mi destino” al menos nos invitaban a continuar, pero dos canciones que hablan de su propia historia como grupo, y en la que hacen balance del camino recorrido, nos provocó cierta incertidumbre. De todas maneras es una muy buena canción en la que de nuevo participaban el tándem José Luís y Carolina junto al de los hermanos Carlos y Armando de Castro, reivindicando su fuerza vital como grupo.

            Y para acabar el disco, “Pura sangre” una canción dedicada a AC/DC y que cada estrofa la cantaban alternativamente Carlos y Sherpa, no era de las que más nos gustó, pero todo hay que decirlo, era muy rockera, muy potente y muy buena, lo que pasaba es que por esa época ya nos gustaban más otras temáticas.

Get on your knees, en ambas caras
fue el único single de este trabajo de los Barones


            A los pocos días decidí comprarme el disco, este año me tocaba a mi, y lo puse a disposición de la pandilla en las largas noches que pasamos escuchando música en el verano de 1989, noches en las que compartíamos ideas, sueños, amores y sobre todo estilos musicales, pues allí llevábamos además del Barón, al Ultimo de la fila, a Joaquín Sabina, Los Secretos, No me pises que llevo chanclas, Guns and Rose, U2, George Harrison o Eros Ramazzotti que les gustaba mucho a algunas de las chicas.

            En breve vimos en televisión una de las últimas apariciones televisivas de esta magistral formación, Hermes, Carlos, Armando y Sherpa, con un aspecto algo más rockero que en las actuaciones del año anterior, pero alejados del nuevo estereotipo, algo a lo que ya habían renunciado públicamente en alguna entrevista, en la que declararon que siempre seguirían fieles a su forma de entender el Rock. El programa era en una cadena autonómica y se llamaba “Para que veas”, e interpretaron, “Tren fantasma”, “Seguimos vivos”, “Por vez primera” y “Get on your knees”. Mi amigo “Migue” lo grabó todo en una cinta de video.


            El disco a nivel de composición, que era impecable, quedó de la siguiente manera:


En la cara A aparecía:
Vampiros y Banqueros
(Armando de Castro, Carlos de Castro)
Por vez primera
(Hermes Calabria; J.L. Campuzano; Carolina Cortés)
Get on your knees
(Eduardo Bautista)
Tren fantasma
(José Luís Campuzano; Carolina Cortés)
Colapso en la M30
(Carlos de Castro)

Y en la cara B:
Paraíso Terrenal
(Miguel Ángel Collado; J.L. Campuzano; Carolina Cortés)
Dueño de mi destino
Armando de Castro; Carlos de Castro)
Herencia Letal
J.L. Campuzano; Carolina Cortés; Armando de Castro
Seguimos Vivos
(Armando de Castro, Carolina Cortés; Carlos de Castro; J.L. Campuzano)
Pura Sangre
(Armando de Castro; Carlos de Castro)


            A pesar de los esfuerzos del Barón para la realización de este trabajo, el disco no va a contar con la repercusión mediática esperada, su radiodifusión va a ser mínima, sólo en las cadenas y programas especializados en Rock, pero no en los de un  espectro más generalista. En cuanto a los conciertos, excepto el de la presentación del disco en Madrid, son en salas más pequeñas, por lo que la tripulación del Fokker triplano, en silencio y sin hacer mucho ruido comienza la maniobra de aterrizaje, y en diciembre del mismo año Hermes Calabria decide apearse del aeroplano que durante una década había surcado el cielo que sólo está al alcance de las grandes estrellas. Días más tardes es José Luis Campuzano (Sherpa) quien decide no continuar si Hermes se va, pues la historia la habían hecho posible estos cuatro magníficos tripulantes de la música (Carlos, Armando, Hermes y Sherpa) y además los vientos que corren no son los mejores para continuar con un nuevo vuelo.

Una de la ultimas imágenes de la formación original antes de la separación


            Meses más tarde, Armando y Carlos de Castro tendrán opiniones encontradas a la decisión de Sherpa y Hermes, y se abrirá la caja de los truenos, pero ese episodio ya no forma parte de la Década de Oro del Rock Español, que protagonizó el BARON ROJO en los 80´s.